Hombres alados y playas en la Luna: así fue “la primera fake news” de la historia, sucedió en 1835 y causó gran revuelo

Hombres alados y playas con océanos en la Luna fueron solo algunas de las afirmaciones que publicaron en un reconocido diario de los Estados Unidos.

Las Fake News son uno de los fenómenos sociales que más impacto causaron en las sociedades contemporáneas los últimos 25 años desde que el planeta empezó a interconectarse gracias a la globalización de internet. En la política, sobre todo, se supo aprovechar muy bien.

No obstante, la comunidad digital supo chequear y desenmascarar información ilícita para ayudar a los usuarios a no caer en amarillismos, fanatismos e incurrir en el pánico, el cual puede llegar a ser bastante nocivo para el libre desarrollo de la democracia y la vida. En 1933, Orson Welles lanzó al aire una de las noticias falsas más icónicas en la historia del periodismo.

A través de una transmisión radiofónica distribuyó la idea de que el mundo estaba siendo invadido por marcianos; el hecho provocó tal revuelo que millones de estadounidenses salieron a las calles a buscar a sus seres queridos y los servicios de emergencia colapsaron en todo el país.

Este suceso quedó marcado en la historia como uno de los actos más cómicos, pero más dicientes del poder de los medios de comunicación y la información sobre las masas. Ahora bien, cien años antes hubo otro hecho memorable, el cual está catalogado por ser una de las primeras ‘Fake News’ en la historia reciente de la humanidad.

 

Hombres alados y playas en la Luna

“Diremos de una vez, que por medio de un telescopio de vastas dimensiones y un principio completamente nuevo, el joven Herschel, en su observatorio en el Hemisferio Sur, ya hizo los descubrimientos más extraordinarios en cada planeta de nuestro sistema solar. Obtuvo una vista distinta de los objetos en la Luna, totalmente igual a la que el ojo desnudo domina de los objetos terrestres a una distancia de cien yardas. Resolvió afirmativamente la cuestión de si este satélite está habitado, y por qué orden de seres”.

Este fue uno de los primeros párrafos que leyeron millones de estadounidenses en el diario The Sun el 25 de agosto de 1835. Un mar de personas se acercaban a los voceros de las noticias en las calles del país para poder leer una historia sacada de los libros de ficción más rimbombantes.

Como si fuera poco, la nota iba acompañada por dibujos en los que se veían criaturas mitad hombre mitad murciélagos, que supuestamente se encontraban viviendo en el satélite de nuestro planeta. Esta solo fue una serie de seis artículos titulados Descubrimientos Celestiales (Great Astronomical Discoveries), que fue tomando repercusión popular con cada una de sus ediciones. La historia pretendía explicar los hallazgos de Sir. Jhon Herschel, un astrónomo muy reconocido en la vida real, quien había descubierto el planeta Urano.

La crónica argumentaba que el científico había construido un potente telescopio capaz de solucionar casi todos los enigmas vigentes sobre el espacio, además de haber establecido una fuerte teoría sobre los fenómenos espaciales como la vida en la Luna y otros planetas.

Una lucha por la audiencia

Para 1835, The Sun era constantemente superado por los tabloides rivales de la ciudad, especialmente The New York Herald fundado casi al mismo tiempo. Entonces, el editor de The Sun, Benjamín Day, buscó la historia más sensacional que pudo encontrar para impulsar la circulación y desafiar al Herald.

El artífice del engaño fue el escritor británico Richard Adam Locke, que había llegado al diario cuando vendía solamente unos 8.000 ejemplares al día y era superado por la mayoría de sus principales rivales. Así nació la narrativa de los habitantes espaciales de forma animal, que vivían en extensos ecosistemas naturales distribuidos por todo el satélite de la Tierra.

Más diarios se sumaron a la iniciativa de los descubrimientos de Herschel, en especial el New York Times, que calificó los sucesos de “probables y posibles”; además centenares de grupos religiosos empezaron a crear una iniciativa para realizar trabajos misioneros a la Luna.

De esta manera se creó la que es catalogada la primera gran Fake New de la historia porque su función no era informar a las audiencias, sino, claramente, fidelizar lectores, subir las ganancias del diario y desarrollar dependencia informativa de primera mano con la marca The Sun.

La historia generó tanto impacto que el tabloide empezó a ser uno de los más vendidos del mundo con 18.300 ejemplares, y superó al The London Times, el más comprado de ese momento con 10 mil periódicos al día. Es más, se volvió el nicho informativo sobre sucesos en América más apetecido de Europa.

Jamás se reveló en la época que lo dicho por Locke era mentira, al contrario, se sostuvo la historia hasta que la humanidad se olvidó del hecho y los descubrimientos científicos terminaron por sepultar la vigencia del relato.

El Tiempo (Colombia) / La Nación