Código B – Edición 7
En la desesperanza germina la semilla de un nuevo comienzo.*
¨Fueron las palabras de un hombre a otro, cuando este se hallaba hundido en los abismos de la existencia. Pues, si algo enseña la naturaleza, es que el fin nunca es absoluto, ni siquiera en la muerte. El árbol fue talado, reducido a lo inevitable; pero el viento, indiferente y fiel a su impulso eterno, llevó consigo la semilla hacia otro suelo. Y en este detalle se revela la ironía y la grandeza de la vida: el árbol, condenado a perecer, había dotado a su descendencia de alas. Estas semillas aladas, llamadas sámara, no son sino la expresión de una voluntad que se niega a extinguirse, aun cuando todo parezca perdido.
Así también ocurre con quien practica la virtud: aunque su vida se extinga, lo que ha sembrado persiste como legado en los demás. La muerte no lo reduce al silencio absoluto, sus actos permanecen como huellas que otros habrán de transitar.¨
Como supo decir Ernesto Sábato en 1988. ¨La muerte le da sentido a la existencia.¨ Cualquier acción por más insignificante que sea, cualquier pequeña realización, tiene mucho valor porque uno se va a morir. Son pedazos de absoluto que uno le arranca a la existencia que es relativa.
Hacer y crear tiene sentido porque la muerte nos espera. Si fuéramos eternos nada tendría mayor importancia, lo que no hago hoy lo puedo hacer dentro de 100 o 200 años…
No somos eternos. Fui lo que eres, serás lo que soy.
Disfruten Código B. *Gracias Néstor por dejarme compartir tu texto∴





